Sunday, May 4, 2014

Trattoria Veneziana - Zona 10.

He tardado bastante en escribir y me disculpo, ha sido difícil el poderme sentar y dedicarme a hacer los reviews de los últimos lugares que he visitado de mejor manera. Pero tratare de ponerme al día escribiendo esta entrada y comentando brevemente dos lugares adicionales a los que fui recientemente. 

Las anteriores entradas fueron únicamente bonus de lugares que tuve oportunidad de visitar durante un viaje, pero espero iniciar ya mas formalmente con esta nueva entrada que espero todos disfruten tanto como yo disfrute visitando la Trattoria Veneziana en zona 10. 



Debo admitir que no tenía planeado visitar este lugar, que pareció estar escondido para mi por tanto tiempo. Decidiendo un lugar para comer con el propósito de hacer este review, una amiga que venía con el grupo recomendó que paráramos allí, justo en el Hotel Stofella en el pleno corazón de la Zona Viva, a un costado del edificio Geminis, algo positivo pues el parqueo del sótano del hotel esta disponible. 

De afuera el lugar es un poco difícil de observar si se es un poco despistado como yo, sin embargo al ingresar fue una historia completamente diferente. Fui recibido por el agradable sonido de Let's Face the Music and Dance de Tony Bennett, que inundaba la pequeña pero amplia Trattoria, que inmediatamente me transportó fuera de Guatemala. Debo decir que durante el tiempo que estuve allí, me sentí en el extranjero. La música, el ambiente y la decoración del lugar, que es sencilla pero acogedora, hacen una mejor experiencia.

Iván fue nuestro mesero, quien de inmediato nos saludo con una amplia sonrisa y un buenas tardes y bienvenidos, nos paso el menú y nos dio la oportunidad de que lo ojearamos, antes de regresar a tomar la orden de nuestras bebidas. Este tipo de menus son los que me gustan, con suficientes platos para crear variedad, pero no extensos que  sean redundantes y que causen confusion. Las bebidas llegaron rápido y en este momento, paso algo que usualmente no pasa en los restaurantes en general. El Chef Roberto salió de la cocina y se acerco a nuestra mesa muy educadamente para ofrecernos los dos platos del día de entradas, que obviamente ordenamos y que llegaron rápidamente. 

El primero, unas tortillas de elote con queso acompañadas de una crema de mayonesa y albahaca, el segundo, unas croquetas de salmon y papa acompañadas de una crema de mostaza y otra de cilantro con ajo. Ambos platos exquisitos, bien cocinados y con una presentación fresca, las cremas les daban un sabor agradable y muy rico, aunque la crema de cilantro con ajo se sentía un poco mas fuerte que las otras por obvias razones. (Lamento no tener fotos de estos platillos, pero comprenderán que con el hambre que llevábamos, se acabaron en un instante jaja)

Luego los platos principales, como comenté con anterioridad, el menú permite variedad, sin ser excesivo y repetitivo, así que todos decidimos con facilidad y rapidez. Los amigos con los que visite el restaurante ordenaron un lomito al funghi, una ensalada caprese y un hongo portobello, yo ordene un lomito turandot. 

Empiezo por la ensalada caprese, una presentación poco común que la hacía ver no solo apetitosa sino inmaculada, el sabor excelente... bañada delicadamente con un balsámico reducido que le daba un ligero acento a naranja. 

También tuve la oportunidad de probar el lomito al funghi, tres medallones de suave carne de res que venían bañados de una salsa de funghi porcini y acompañado de papas en trocitos. 


El hongo portobello relleno de queso preparado delicadamente, permitia sentir la agradable textura del hongo y su sabor inconfundible que se mezclaba suavemente con el queso cocinado a su punto. 


Y finalmente mi plato, el Lomo TURANDOT, tres medallones de lomito al brandy con una salsa de crema y tabaco, acompañado de unas papas en trocitos. Debo decir que fue uno de los platos que mas llamo mi atención, principalmente por la salsa, y en efecto usan un puro cubano para hacerla, lo que me dejo sorprendido. 



La carne venia cocinada como la pedí, termino medio, suave al cortarla, el cuchillo se deslizaba con facilidad al compas de Indiana Lana de Lorraine Feather y yo aún sumido en la sensación de estar en una país lejano. La salsa tenia un agradable y ligero sabor "smoky", si se me permite el uso de la palabra, pues con el primer bocado esta fue la primera palabra que vino a mi mente, y no quiero decir ahumado, porque en ningún momento sentí sabor a ahumado. 

Estoy seguro que pude sentir el sabor del brandy y del tabaco mezclándose en mi boca y creando una combinación excepcional de un agradable y sofisticado sabor que no había experimentado nunca haciéndome sentir orgulloso de mi orden. 

Concluyendo: Desde hace mucho tiempo he estado buscando un lugar que me diera una experiencia como la que me dio la Trattoria Veneziana... Un bonito lugar, con un excelente servicio y una comida excepcional a un precio relativo, música agradable y que me hiciera sentir en un lugar completamente diferente, lo he conseguido, al fin... 



Justo cuando empezaba a perder la esperanza, este pequeño pedacito de Italia en Guatemala se cruzo en mi camino y me hizo recuperarla. 

Estoy seguro de que pronto regresare a la Trattoria, traté de recordar algunas opciones del menu que me encantará tener la oportunidad de probar y seguramente no me decepcionaré. 

Saludos comensales. 





Saturday, April 19, 2014

Hotel y Restaurante Longarone - Rio Hondo, Guatemala

De regreso del viaje por Petén, luego de pasar por el paradisiaco Río Dulce y el interesante parque arqueológico de Quiriguá decidimos pasar comiendo a un lugar en Río Hondo llamado Hotel y Restaurante Logarone. 

El lugar, según nos contaban, tiene aproximadamente 47 años de estar prestando servicio en el mismo lugar donde se encuentra hasta hoy, lo que a mi criterio, ya lo hace un sitio turístico. Esto sin tomar en cuenta que posee un area con piscinas y toboganes que engrandecen su atractivo. Lamentablemente no tuve la oportunidad de conocer esta area y disfrutarla. 


Cuando ingrese fui recibido por una amable caballero llamado Elías que nos acompaño hasta la mesa en la que nos sentamos, al sentarme pude observar, sin saber su año de creación, que era un lugar que tenía años de existir, el estilo de las sillas y el decorado, lo hacian ver como un lugar bastante vintage en estilo. Y que quede claro, en ningún momento digo que esto sea negativo, es mas, esto creaba un ambiente bastante acogedor. La familia del actual dueño compartía con un juego de mesa en una esquina, el lugar estaba tan bien mantenido y el servicio era tan cálido que uno se sentía hasta en casa. 


Nos sentamos e inmediatamente una señorita, que en este preciso momento no recuerdo el nombre mas lo actualizaré pronto, se acerco a nuestra mesa con los menús, un buenas tardes y una sonrisa en el rostro. Nos permitió un tiempo prudente para observar el menú y prosiguió a tomar nuestra orden. Mientras tanto Don Elías nos servía agua pura en nuestros vasos y nos brindaba unas ricas tortillas con un picante, pero sabroso, pico de gallo de cortesía. Ordenamos tranquilamente y nos llevaron otra rica entrada que consistía en tortilla tostada con picado de carne encima y pico de gallo. 

Las bebidas llegaron rapidamente. La michelada se sentía fresca y bien condimentada y la naranjada con soda y la limonada frozen bien preparadas. La comida llego minutos después. Yo ordene tortillas con chorizo argentino y pico de gallo que resulto ser mucho mas de lo que esperaba. Las tortillas llegaron calientes y crujientes, el chorizo caliente y bien asado, aunque un poco duro, y el pico de gallo se sentia fresco. 

Mis acompañantes pidieron, una rica hamburguesa de pollo empanizado simplemente preparada con lechuga, tomate y mayonesa que venía acompañada de papas fritas crujientes y humeantes. Y una pasta corta alfredo con pollo en trocitos dedicadamente preparada y condimentada, la pasta estaba suave y la salsa en su punto lo que evitaba que se sintiera pastosa y pesada. 

Finalmente ordenamos café, con el cual nos ofrecieron refill en varias ocasiones y un cheese cake, este último suave y lleno de sabor y no un sabor vulgar en el que se siente demasiado sabor a leche o queso, era un sabor suficiente y satisfactorio. 

En conclusión, el Restaurante del Hotel Longarone, con mas de 47 años de existencia, es un lugar al que definitivamente pasaría nuevamente en uno de mis viajes. La deliciosa comida y el excepcional servicio y atención de Don Elías, que por cierto tiene 36 años de trabajar alli y de la Señorita que nos atendió hicieron que el detenernos a comer allí valiera la pena. 

Como bonus: Luego de salir del Restaurante Longarone, pasamos comprando unas tortillas rellenas de queso y loroco, llamemosles "artesanales", a una cuadra de Longarone en un lugar llamado "El Buen Gusto". Como es de esperarse el ambiente no es el mas agradable, pero por el sabor, vale la pena el pasar comprandolas y comerlas en el camino o al llegar a casa.

Saludos,

CG     



La Mesa de los Mayas

Quiero iniciar el recorrido aprovechando un reciente viaje que hice a Petén, Guatemala. Luego de disfrutar de hermosos lugares turísticos e históricos como las magníficas ruinas Mayas de Tikal o las asombrosas cuevas de Naj Tunich, decidí experimentar un poco con la comida. 

Deseaba probar algo diferente, algo que no había tenido la oportunidad de experimentar antes. Me recomendaron este, para mi desconocido lugar, Hotel y Restaurante La Mesa de los Mayas. En el cual aparentemente vendían platos "exóticos" que no podían ser comidos en otros restaurantes en Petén. 

Con un tremendo apetito, abandone la extensa selva Petenera que me envolvia y que esconde ese tesoro divino de una de las civilizaciones mas importantes de la historia de la humanidad, esa arboleda inmensa que cubre las enormes pirámides de Tikal, que cubre esos monumentos que imponentes se esparcen entre una tela de verdes tonalidades y cielos celestes. 

Llegando a la Isla de Flores empiezo a sentir una vibra un tanto playera a mi alrededor. Las coloridas casas de madera, el calor caribeño que surfea entre las calles y callejones y la actitud relajada de las personas que viven una rutina que muchos desean vivir en este pequeño paraíso en el Lago Petén Itza. 

Pregunto a un par de jóvenes caminantes si conocen este especial lugar llamado La Mesa de los Mayas... con una sonrisa en el rostro y una amabilidad cálida, la joven me indica el camino, una cuadra a la derecha y ahi está a la izquierda. Sigo las indicaciones y llego...


El alto Hotel y Restaurante La Mesa de los Mayas esta a mi izquierda cuando parqueo. Uno de mis acompañantes se baja a ver si aún hay servicio pues es un poco tarde para almorzar. Desde la puerta asiente con la cabeza y nos acercamos a esa aventura. Yo, con un rostro brillante y expectante...

Al ingresar veo un lugar acogedor y fresco gracias a los ventiladores que cuelgan del techo, las paredes están forradas con paneles cuadrados hechos como de paja, las mesas, un poco apretujadas entre si se ubican en un area no muy grande separada en dos. Un señor me indica que puedo sentarme en la mesa que guste del lado derecho del restaurante. (Viendo la imagen anterior, del lado del ventanal derecho) Donde observo dos mesas para dos personas y tres para seis personas. 

Me siento y lo primero que llama mi atención, lamentablemente, es que tanto el mantel como el cubre mantel, están sucios. Heridas escondidas de comidas anteriores se esparcen por el mantel blanco y el cubre mantel morado cuaresma. 

Espero unos minutos hasta que una señorita se acerca a nuestra mesa, nos entrega los menús saludando con un "buenas tardes" y se retira nuevamente. 

Ojeo el menú, veo una amplia variedad de platos con muy poca variación y creatividad, hasta que al fin los veo, Venado a la Parrilla, Tepezcuintle al Horno, Armadillo al Horno y Jabalí (Notar que este último no indicaba como estaba preparado). 

Con mis acompañantes decidimos pedir diferentes cosas cada uno, aunque lamentablemente no todo podía ser "exótico" y ordenamos lo siguiente: Yo decidí pedir el armadillo, pedimos venado y un plato tan sencillo como una hamburguesa, de bebidas, dos cervezas y un fruit punch que resultó ser nada mas y nada menos que un licuado de frutas no muy bueno. 

Esperamos unos minutos nuevamente y apareció nuestra comida. Un plato de carne de venado fría (no intencionalmente), que al indicarle a la señorita que la carne estaba fría nos vio con una expresión de "que quiere que haga", acto seguido pedimos que la calentaran y la tomo con bastante incomodidad. Cuando por fin llego caliente, la carne tenía un sabor bastante bueno y una textura crujiente por fuera y suave por dentro, se mezclaba la sal que la marinaba con lo dulce y especial de la carne. Las guarniciones eran guacamol y otra de ensalada. El guacamol tenía un sabor poco convencional y nada agradable, similar al sabor que tendría un plato sucio y la ensalada tenía un aspecto no muy fresco. 

El armadillo venía sobre una hoja de lechuga con el mismo guacamol y una porción de papas fritas mojadas por el jugo del armadillo. La carne tenía un aspecto agradable con tomates en trocitos esparcidos encima a manera de adorno y salsa. Un sabor agradable en el que se sentían los acentos de condimentos que fueron horneados con el animal, que hubiera sido una combinación bastante especial de no ser porque venía frío. 

De la hamburguesa no comentare mucho, sin embargo si diré que ya no me sorprendió cuando la probé y me di cuenta que estaba fría y la carne estaba insípida al igual que las papas. 

En conclusión, La Mesa de los Mayas es un lugar para ir si de verdad se quiere probar algo que no esta disponible en otros lugares de la zona como el armadillo, el tepezcuintle, el venado o el jabalí, sin embargo hay que evitar las guarniciones, ignorar el mal servicio y no llevar expectativas en lo absoluto. 

Saludos cordiales... 

CG

Bienvenidos

Primero deseo darles la bienvenida a tod@s a este blog...

La oportunidad que tenemos de poder disfrutar y experimentar de una amplia gama de sabores, tradiciones, olores y texturas en Guatemala, me ha inspirado a crear este espacio. Con el propósito principal de transmitirles mis experiencias, opiniones y emociones mientras como en diferentes restaurantes en Guatemala.

Esperando que esto sirva no solo para saber en que lugar es recomendable comer o que comer... sino que también sirva de guía para personas interesadas en experimentar diferentes y envolventes sensaciones en nuestro extenso país por medio de los sabores y olores que transmiten las comidas.

Embarquemonos entonces, en esta experiencia culinaria por Guatemala...